lunes, 24 de enero de 2011

Especulación alimentaria: “La gente muere de hambre mientras los bancos se forran a costa de la comida”

No son solo las malas cosechas y el cambio climático – también los especuladores están detrás de los records en los precios. Y son los más pobres del planeta los que tienen que pagar.

Un artículo original de John Vidal

Hace poco menos de tres años, la gente del pueblo de Gumbi en el oeste de Malawi fue inesperadamente azotada por el hambre. No como nos pasa a los europeos si nos saltamos una comida o dos, sino el profundo, el que te roe por dentro, el que impide el sueño y embota los sentidos cuando se ha ingerido ningún alimento sólido durante semanas.

Curiosamente, no había habido sequía, la causa más común de desnutrición y hambre en los países del sur de África y había un montón de alimentos en los mercados. Por alguna extraña razón, el precio de alimentos básicos, como el maiz y el arroz, se había duplicado en cuestión de pocos meses. Y más raro aún, no había evidencia de que los comerciantes locales se hubieran dedicado a acaparar alimentos. Lo mismo ocurrió en otros cien países en vías de desarrollo. Hubo disturbios por ésta causa en más de veinte países y varios gobiernos se vieron obligados a prohibir las exportaciones de alimentos y productos básicos, así como a subvencionarlos.

La explicación esgrimida por la ONU y los expertos en comida fue que una combinación de factores naturales y humanos se habían combinado para dar lugar a una “tormenta perfecta” que había inflado los precios precios. Según las agencias de la ONU, los agricultores estadounidenses habían dedicado millones de hectáreas de tierras para la producción de biocombustibles para los vehículos, el precio del petróleo y los fertilizantes había aumentado considerablemente, los chinos estaban empezando a incluir carne en su dieta, y las sequías relacionadas con el cambio climático estaban afectando a las principales áreas de cultivo. La ONU que el número de personas desnutridas había aumentado en setenta y cinco millones debido al aumento de los precios.

Pero una nueva teoría está emergiendo ahora entre economistas y comerciantes. Se cree que los mismos bancos, fondos de cobertura y financieras cuya especulación en los mercados bursátiles provocó la crisis de las hipotecas sub-prime, son la causa de los precios yo-yo de los alimentos y su subida. Se les acusa que, aprovechando el vacío legal de los mercados mundiales de materias primas, ellos están haciendo millones a base de especular sobre la alimentación mientras causan miseria en todo el mundo.

Mientras los precios de los alimentos se disparan de nuevo a niveles por encima de los alcanzados en el 2008, queda claro que ahora todo el mundo se verá afectado. El precio de los alimentos ha aumento en un 10% en un año en Gran Bretaña y en Europa. Es más, según la ONU, se espera que aumenten en un 40% en la próxima década.

La modesta especulación siempre ha existido, incluso era bienvenida, en los productos tradiciones, funcionando de la siguiente manera: el agricultor X se cubría frente a los riesgos climáticos y las malas cosechas acordando un precio de venta con el intermediario Y. De esta forma se garantizaba un ingreso fijo que le permitía planificar el futuro e invertir más, dejando un margen de beneficio al intermediario Y. En un mal año, el agricultor X obtiene un beneficio y en un buen año sale ganando el intermediario Y.

Cuando estos procesos de “cobertura” estaban regulados, funcionaban bien. El precio de los alimentos reales en el mercado del mundo real, se establecía por las oferta real y la demanda real.

A mediados de los 90 esto cambia. A raiz de la fuerte concentración de los bancos, los fondo de cobertura y las políticas librecambistas de EE.UU y Gran Bretaña, las normativas sobre el mercado de las materias primas se vieron abolidas de forma sistemática. Los contratos de compra y venta de alimentos se convirtieron en “derivados” que podían ser comprados y vendidos entre comerciantes que no tenían nada que ver con la agricultura. Así nació un nuevo e irreal mercado de “especulación alimentaria”. Cacao, zumos de frutas, azucar, alimentos básicos, carne y café se convierten en parte de un mercado mundial junto con el petróleo, el oro y los metales. En 2006, con el desastre hipotecario de los Estados Unidos, los bancos huyeron en estampida moviendo millones de dólares a fondos de pensiones y a mercancias exentas de riesgo, especialmente, los alimentos.

“La primera vez que nos dimos cuenta de esto (la especulación alimentaria) fue en 2006. Pero no se percibió como un elemento continuista. Sin embargo, en el 2007/8 fue cuando realmente se disparó” dice Mike Master, administrador de fondos de Masters Capital Management,  que declaró ante el senado estadounidense que la especulación estaba haciendo subir el precio de los alimentos a nivel mundial. “Cuando se observan los flujos se hace evidente. Conozco multitud de comerciantes y ellos me confirmaron lo que estaba sucediendo: que ahora el negocio estaba en la especulación – en torno al 70-80%”

Masters afirma que los merado actualmente están muy distorsionados por los bancos de inversiones: “Digamos que llegan noticias de malas cosechas y lluvias en determinado lugar. En circunstancias normales, eso incrementaría el precio del producto en un dólar. Pero en un mercado compuesto al 70-80% por especulación, el incremento puede llegar a los dos o tres dólares para añadir los costes adicionales. A eso añádele lo volátil del mercado. Terminará tan mal como todas las modas de Wall Street. Terminará estallando.”

El mercado especulativo de la alimentación es verdaderamente amplio, afirma Hilda Ochoa-Brillembourg, presidenta del Grupo de Inversiones Estratégicas de Nueva York. Estima que la demanda especulativa de materias primas futuras se ha incrementado entre un 40 y un 80% en el ámbito de la agricultura.

Pero la especulación no sólo afecta a los alimentos básicos. El año pasado, Armajaro (un fondo de inversión radicado en Londres) compró 240.000 toneladas,  más del 7% de las reservas mundiales de granos de cacao, ayudando a incrementar el precio del chocolate a los niveles más altos en treinta y tres años. Mientras, el precio del café se disparó en un 20% en sólo tres días como resultado de los inversores que apostaban por la caída de su precio.

Olivier de Schutter, portavoz de la ONU por el derecho a la alimentación, no alberga ninguna duda de que los especuladores están detrás del aumento de los precios. “El significativo incremento del precio del trigo, el maíz y el arroz no está relacionado con el reducido almacenamientos o las malas cosecha, sino con los comerciantes reaccionando a la información y especulando en los mercados.

“La gente muere de hambre mientras los bancos fomentan el asesinato a base de apostar sobre los alimentos,” dice Deborah Doane, directora del Movimiento para el Desarrollo Mundial en Londres.

La ONU y la Organización para la Agricultura, se mantienen diplomáticamente neutrales, diciendo en junio que “Aparte de los cambios en suministro y demanda de algunos productos básicos, el ascenso puede que también se haya visto amplificado por la especulación en los mercados de futuros organizados.”

La ONU es apoyada por Ann Berg, una de las más experimentadas comerciantes de futuros. Ella argumenta que la diferenciación entre mercados futuros de materias primas e inversiones relacionadas con las materias primas agrícolas es imposible.

“No hay forma de saber exactamente qué es lo que está ocurriendo. Sufrimos la burbuja inmobiliaria y el impago de los créditos. El mercado de las materias primas es otro campo de juego lucrativo del que los mercaderes obtienen beneficio. Es un tema delicado. Algunos paises compran directamente de los mercados. Como dice un amigo mío: ‘Lo que para un pobre es un trozo de madera, para el rico es un tipo de activo asegurado’”

2 comentarios:

KookingwithK dijo...

Sobre este tema os recomiendo el libro "El hambre que viene", de Paul Roberts.
(A. si quieres, cuando vengas a Santander, te lo presto).

VSF dijo...

Felicidades por el artículo. En Veterinarios sin Fronteras luchamos contra la especulación alimentaria.

Banca Bajo Control es una campaña para exijir al estado español que ponga freno a las prácticas especulativas con alimentos. Podéis saber más en:

http://www.veterinariossinfronteras.org/es/CAMPANAS/bancabajocontrol