martes, 28 de julio de 2015
Martes de letras: “Niño marica” de Óscar Espirita
sábado, 20 de junio de 2015
viernes, 20 de marzo de 2015
Más sencillo
sábado, 7 de marzo de 2015
Siempre y todavía
martes, 16 de diciembre de 2014
Last time I woke up in Hiroshima
viernes, 12 de diciembre de 2014
El exilio de los viernes
miércoles, 3 de diciembre de 2014
La soledad del corredor de fondo
viernes, 28 de noviembre de 2014
Conclusión (Haiku)
domingo, 23 de noviembre de 2014
De la lujuria como excusa
martes, 11 de noviembre de 2014
Autocomplacencia
martes, 21 de octubre de 2014
Excusas y trenes
domingo, 5 de octubre de 2014
Los tiempos del ser
lunes, 29 de septiembre de 2014
Trapecista
lunes, 15 de septiembre de 2014
Instante polaroid
martes, 9 de septiembre de 2014
Días en los que intenté vivir
No sería más de las tres,
o tal vez sí,
pero no importa,
y trataba de resolver
problemas pendientes,
eso sí que no importa,
la cuestión
es que la respuesta
nunca pareció tan acertada.
Los días en los que intenté vivir
se convirtieron
en recortes de periódicos
en una hemeroteca abandonada.
Apuraba el último rastro de alcohol,
mirando más allá de la melancolía.
Lo único que encontré
fue lo que nunca quise hallar.
Aún faltaba demasiado para que amaneciera.
Los días en los que intenté vivir
se convirtieron en polvo,
nunca fueron más que un desengaño,
pero no me importó.
No me importó.
sábado, 6 de septiembre de 2014
Retrato
domingo, 31 de agosto de 2014
Fausto
Hay momentos
en que eres tan inocente
como un niño
con una granada en el bolsillo.
Otras veces
tus labios
se desvelan como minas.
Desconcierto.
Y tus gestos
abarcan todo el espacio
todo el tiempo
y me robas
el horizonte.
Anhelo.
Cuando me despisto
descubro la traición
de un temblor
-leve-
en tus palabras.
Escarnio sobre tus labios.
Y el reloj avanza.
No puedo suponer
ni imaginar
otra forma de odiarte
más que fingir desprecio.
Desconcierto.
Es que no sé por donde vienes.
Es que no sé adonde vas.
¿Crees que en algún momento
podrás devolverme el alma?
jueves, 28 de agosto de 2014
Tocar tierra
Puedo hacerlo.
De verdad.
Aterrizar
y llenarme las rodillas
de tierra
y el alma de arañazos,
los ojos
de arena.
Tocar tierra
no debe de ser tan difícil
una vez has conseguido volar,
después de haber despegado
y compartir con Ícaro
alas y trayectos.
No puede ser difícil.
Tengo que hacerlo.
Después de remontar el vuelo
tocaré tierra,
sin querer y sin poder,
como si hubiera caído
de un columpio
en desordenado vaivén.
Podré hacerlo.
Volar y tomar tierra.
Como uno de esos sueños.
Sé volar
y voy a hacerlo.
Aunque luego despierte.
lunes, 25 de agosto de 2014
Escribo sexo
Escribo sexo
con las letras de tu nombre,
con las ropas
esparcidas por el cuerpo,
con tu peso tibio
sobre el colchón.
También escribo deseo
pero se mezcla con recuerdo,
no del todo,
como aceite y agua.
Junto la s con la e,
añado una x
concluyendo con la o…
relleno un crucigrama
sin definiciones.
Es difícil.
Lo sé.
Cuántas veces
puedo tropezar contra
los mismos muros de hormigón.
Me vence el cansancio
de este castigo
que se escribe como el tedio
también con las letras de tu nombre.
Y tristeza,
no nos olvidemos de ella,
que también tu nombre
me sirve para escribir
sobre ella,
y tacharla
y escupirla
e irla desterrando de los diccionarios.
jueves, 21 de agosto de 2014
Adicción
… y a un lado las maletas,
las fotos en sepia
y las tendencias pirómanas.
No digas que no te lo advertí,
que siempre te mostré mi humo,
que no te oculté mi hoguera.
Fue después de mucho tiempo
buscando
cuando encontré el rescoldo.
Después de mucho tiempo
que me volví adicto
a los corazones rotos
adicto
a los ojos negros
adicto
a las causas perdidas
y las batallas ganadas
adicto
a hacer maletas
adicto
a deshacer lazos,
todo lo que puedo haber sido
ya no significa nada.
No nos engañemos.
Nunca te he mentido.
Nunca.
Ni cuando estaba acorralado.
Tampoco cuando no distinguía
entre el deseo y el desespero.
Nunca.
No te escondí mi humo.
Tampoco mi hoguera.
Ni mis tendencias pirómanas.